José Luis Centella, Secretario General del PCE / 19 may 11
Estimados/as camaradas:
Estos días está desarrollándose un movimiento de rebeldía que desde las manifestaciones del pasado 15 de mayo moviliza a miles de personas que protestan contra la situación de crisis que sufrimos y las salidas que están imponiendo el gobierno y las instituciones de la UE siguiendo los dictados del capital financiero-especulativo que sólo buscan mantener su tasa de beneficio a costa de los trabajadores y los sectores populares.
La realidad de este movimiento es muy plural y diversa. A pesar de que de manera interesada los medios de comunicación están resaltando las posiciones minoritarias, actitudes anti partidos, abstencionistas y recalcando el carácter anti sistema del mismo con toda la carga peyorativa que estos medios transmiten, lo fundamental es que sus propuestas políticas, sus propuestas para salir de la crisis son las que desde el PCE-UJCE e IU venimos reclamando desde que esta comenzó. Así, se señala a los culpables (la banca y/o los mercados), se denuncia a quienes con sus políticas nos están haciendo pagar la crisis y privándonos de nuestros derechos como ciudadanos y ciudadanas (PSOE y PP) y se demanda un sistema electoral más justo y un cambio de sistema que dignifique la política y sea garante de los derechos de la ciudadanía.
En este sentido entiendo necesario trasladar alguna reflexión sobre la actual situación.
El éxito de la movilización del pasado 15 sorprendió en primer lugar a sus convocantes, activistas sociales y militantes de diversas organizaciones, entre ellas las nuestras (UJCE, IU, PCE).
Pero sobre todo sorprendió también a los partidos y voceros del sistema que, mientras más se consolidan las concentraciones y acampadas, más nerviosos se ponen. También ha sorprendido a algunos/as militantes que no llegan a entender los aspectos positivos de esta movilización y que pueden acabar descalificándolo y rechazándolo sin más, lo que les sitúa en el sectarismo que nos aísla del pueblo.
Debemos tener claro que cuando una parte del pueblo sale a la calle para mostrar su rechazo y protestar contra la banca, los grandes empresarios, el bipartidismo como culpables de la crisis social y económica, la obligación de todo revolucionario es escucharlo, respetarlo, analizarlo y darle respuesta....
Pero en este caso, es que, además de lo dicho, nosotros y de forma especial la UJCE somos parte activa del movimiento. Cuando llevamos meses reclamando movilizaciones, cuando éstas empiezan a producirse no nos podemos quedar al margen, al contrario debemos de asumir que estamos en el camino de alcanzar el objetivo de que se empiecen a movilizar la juventud, las mujeres, doblemente explotadas, la gente en paro, pensionistas, los/as que se quedaron sin vivienda, los eternos precarios y precarias, en definitiva todos los sectores sociales que están pagando una crisis que no provocaron, de que se empiece a dar forma a un movimiento que plante cara a la crisis.
Es verdad que existen contradicciones, la decisión de continuar la movilización con acampadas en Sol y otros lugares del Estado para dar continuidad a la movilización se ha demostrado como una decisión acertada, la respuesta prepotente y miope del gobierno central y local de desalojar Sol, el mayor error que se ha podido cometer si lo que se pretendía era disolver el movimiento y dejarlo en una anécdota. La respuesta ciudadana ha descolocado a la clase política dirigente que no sabe ya como actuar (por primera vez en la historia de este pais se podía ver a las unidades anti disturbios explicando “amablemente“ a los que pretendían sumarse a la concentración de Sol que la misma estaba prohibida).
El movimiento es contradictorio porque como decía es heterogéneo y plural, lo que ha resistido desde el domingo puede ser la avanzadilla de un movimiento de masas mucho más amplio o puede acabar convirtiendose en una referencia minoritaria y testimonial, las movilizaciones convocadas para el sábado pueden ser un barómetro de lo que decimos. En todo caso parece claro que mientras menos se intente encorsetar al mismo, en un sentido u otro, más posibilidad hay de que se consolide un movimiento de masas, si por el contrario la gente percibe que se les pretende manipular para fines particulares (por muy legítimos que puedan ser) seguramente se retraerán. Escuchar, respetar, analizar y dar respuestas a quienes se inician en la lucha, es nuestra tarea en estos momentos.
Para nosotros/as, lo fundamental es implicar en la movilización al mayor número de sectores afectados por la crisis y convertir la movilización del sábado en una demostración de fuerza de los de abajo, hay que sacar a cientos de miles de personas a la calle y reflexionar, después, para ver como se orientan y mantienen en el tiempo sin, y esto es fundamental, apropiarnos o manipular al mismo, somos una parte más, nada más.
De manera natural veremos que son muchos trabajadores y ciudadanos los que pueden sentirse referenciados en nosotros, si somos capaces de ganarnos su confianza, demostrando en lo concreto que somos diferentes, que no formamos parte de la "clase política", sino que somos parte de la clase obrera y como tal, tenemos los mismos intereses que quienes salen a la calle estos días, somos parte de la movilización,
Por ello debemos implicarnos en la consolidación de esta dinámica movilizadora, como una lucha política y social que contribuya a construir una alternativa al sistema capitalista culpable de esta crisis.
Desde estas reflexiones, con sinceridad, lealtad y sentido unitario quiero hacer un llamamiento a las y los militantes del Partido, a sus simpatizantes y amigos para que se unan a la movilización y contribuyan a darle una perspectiva de futuro.
En el mismo sentido debemos discutir con los compañeros y compañeras que recelan de la política, no para combatirlos, sino para convencerles, no para enfrentarnos sino para buscar síntesis y construir juntos el futuro.
Por otra parte, a la vez que trabajamos en la movilización social no podemos olvidar el trabajo propio del Partido y reconocer la necesidad de reactivar una vez pasadas las elecciones municipales y autonómicas la campaña del PCE contra la crisis y en defensa de la unidad de la izquierda en torno a una ALTERNATIVA SOCIAL y ANTICAPITALISTA para salir de la crisis desde la certeza de que nuestra propuesta contiene elementos fundamentales para dar respuestas a las demandas que plantean los miles de ciudadanas y ciudadanos que continúan la movilización.
Estos días está desarrollándose un movimiento de rebeldía que desde las manifestaciones del pasado 15 de mayo moviliza a miles de personas que protestan contra la situación de crisis que sufrimos y las salidas que están imponiendo el gobierno y las instituciones de la UE siguiendo los dictados del capital financiero-especulativo que sólo buscan mantener su tasa de beneficio a costa de los trabajadores y los sectores populares.
La realidad de este movimiento es muy plural y diversa. A pesar de que de manera interesada los medios de comunicación están resaltando las posiciones minoritarias, actitudes anti partidos, abstencionistas y recalcando el carácter anti sistema del mismo con toda la carga peyorativa que estos medios transmiten, lo fundamental es que sus propuestas políticas, sus propuestas para salir de la crisis son las que desde el PCE-UJCE e IU venimos reclamando desde que esta comenzó. Así, se señala a los culpables (la banca y/o los mercados), se denuncia a quienes con sus políticas nos están haciendo pagar la crisis y privándonos de nuestros derechos como ciudadanos y ciudadanas (PSOE y PP) y se demanda un sistema electoral más justo y un cambio de sistema que dignifique la política y sea garante de los derechos de la ciudadanía.
En este sentido entiendo necesario trasladar alguna reflexión sobre la actual situación.
El éxito de la movilización del pasado 15 sorprendió en primer lugar a sus convocantes, activistas sociales y militantes de diversas organizaciones, entre ellas las nuestras (UJCE, IU, PCE).
Pero sobre todo sorprendió también a los partidos y voceros del sistema que, mientras más se consolidan las concentraciones y acampadas, más nerviosos se ponen. También ha sorprendido a algunos/as militantes que no llegan a entender los aspectos positivos de esta movilización y que pueden acabar descalificándolo y rechazándolo sin más, lo que les sitúa en el sectarismo que nos aísla del pueblo.
Debemos tener claro que cuando una parte del pueblo sale a la calle para mostrar su rechazo y protestar contra la banca, los grandes empresarios, el bipartidismo como culpables de la crisis social y económica, la obligación de todo revolucionario es escucharlo, respetarlo, analizarlo y darle respuesta....
Pero en este caso, es que, además de lo dicho, nosotros y de forma especial la UJCE somos parte activa del movimiento. Cuando llevamos meses reclamando movilizaciones, cuando éstas empiezan a producirse no nos podemos quedar al margen, al contrario debemos de asumir que estamos en el camino de alcanzar el objetivo de que se empiecen a movilizar la juventud, las mujeres, doblemente explotadas, la gente en paro, pensionistas, los/as que se quedaron sin vivienda, los eternos precarios y precarias, en definitiva todos los sectores sociales que están pagando una crisis que no provocaron, de que se empiece a dar forma a un movimiento que plante cara a la crisis.
Es verdad que existen contradicciones, la decisión de continuar la movilización con acampadas en Sol y otros lugares del Estado para dar continuidad a la movilización se ha demostrado como una decisión acertada, la respuesta prepotente y miope del gobierno central y local de desalojar Sol, el mayor error que se ha podido cometer si lo que se pretendía era disolver el movimiento y dejarlo en una anécdota. La respuesta ciudadana ha descolocado a la clase política dirigente que no sabe ya como actuar (por primera vez en la historia de este pais se podía ver a las unidades anti disturbios explicando “amablemente“ a los que pretendían sumarse a la concentración de Sol que la misma estaba prohibida).
El movimiento es contradictorio porque como decía es heterogéneo y plural, lo que ha resistido desde el domingo puede ser la avanzadilla de un movimiento de masas mucho más amplio o puede acabar convirtiendose en una referencia minoritaria y testimonial, las movilizaciones convocadas para el sábado pueden ser un barómetro de lo que decimos. En todo caso parece claro que mientras menos se intente encorsetar al mismo, en un sentido u otro, más posibilidad hay de que se consolide un movimiento de masas, si por el contrario la gente percibe que se les pretende manipular para fines particulares (por muy legítimos que puedan ser) seguramente se retraerán. Escuchar, respetar, analizar y dar respuestas a quienes se inician en la lucha, es nuestra tarea en estos momentos.
Para nosotros/as, lo fundamental es implicar en la movilización al mayor número de sectores afectados por la crisis y convertir la movilización del sábado en una demostración de fuerza de los de abajo, hay que sacar a cientos de miles de personas a la calle y reflexionar, después, para ver como se orientan y mantienen en el tiempo sin, y esto es fundamental, apropiarnos o manipular al mismo, somos una parte más, nada más.
De manera natural veremos que son muchos trabajadores y ciudadanos los que pueden sentirse referenciados en nosotros, si somos capaces de ganarnos su confianza, demostrando en lo concreto que somos diferentes, que no formamos parte de la "clase política", sino que somos parte de la clase obrera y como tal, tenemos los mismos intereses que quienes salen a la calle estos días, somos parte de la movilización,
Por ello debemos implicarnos en la consolidación de esta dinámica movilizadora, como una lucha política y social que contribuya a construir una alternativa al sistema capitalista culpable de esta crisis.
Desde estas reflexiones, con sinceridad, lealtad y sentido unitario quiero hacer un llamamiento a las y los militantes del Partido, a sus simpatizantes y amigos para que se unan a la movilización y contribuyan a darle una perspectiva de futuro.
En el mismo sentido debemos discutir con los compañeros y compañeras que recelan de la política, no para combatirlos, sino para convencerles, no para enfrentarnos sino para buscar síntesis y construir juntos el futuro.
Por otra parte, a la vez que trabajamos en la movilización social no podemos olvidar el trabajo propio del Partido y reconocer la necesidad de reactivar una vez pasadas las elecciones municipales y autonómicas la campaña del PCE contra la crisis y en defensa de la unidad de la izquierda en torno a una ALTERNATIVA SOCIAL y ANTICAPITALISTA para salir de la crisis desde la certeza de que nuestra propuesta contiene elementos fundamentales para dar respuestas a las demandas que plantean los miles de ciudadanas y ciudadanos que continúan la movilización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario