jueves, 26 de abril de 2012

Solidaridad con Juan Antonio Aguilar, militante de la Juventud Comunista de Andalucía

Ante la escalada represiva a la que se están enfrentando activistas y organizaciones de la izquierda social y política, la Unión de Juventudes Comunistas de España declara su solidaridad con los represaliados entre los que se encuentra Juan Antonio Aguilar, responsable del Área Interna de la UJCE en Andalucía, y Coordinador Provincial del Área de Juventud de IU en Córdoba, acosado judicialmente por su defensa de los derechos de la clase trabajadora y su solidaridad activa con el pueblo saharaui.


El pasado 23 de abril se le notificó a nuestro camarada Juan Antonio Aguilar una denuncia realizada por la Brigada Provincial de Información de Córdoba, y firmada por el subdelegado del gobierno Juan José Primo Jurado, en la cual se le acusaba de organizar las movilizaciones de solidaridad con los estudiantes del IES Lluis Vives el 23 de febrero, participar en dicha movilización y cortar el tráfico en repetidas ocasiones. Más allá del atentado que supone encausar a activistas sociales y políticos por este hecho, el camarada Juan Antonio Aguilar no se encontraba en dicha movilización sino que en ese momento participaba en una asamblea del Consejo Local de la Juventud, como atestiguan numerosos testigos y prueba el acta de dicha sesión.


A esto hemos de añadir que nuestro compañero se encuentra en estos momentos en otro proceso judicial por participar en los piquetes de la huelga general del 29 de septiembre de 2010, ejercitando su derecho constitucional a la huelga y en defensa de los intereses de la clase trabajadora. Con estos antecedentes, resulta claro que nos encontramos ante un proceso de persecución política por parte del subdelegado del gobierno de Córdoba que nos retrae a los tiempos de la dictadura franquista en la cual, cualquier tipo de movimiento de protesta era contestado con la más dura represión por parte del estado. No nos encontramos ante un hecho aislado, sino que esta persecución se suma a otras acciones represivas que van desde las cargas policiales a los estudiantes del IES Lluis Vives hasta la prisión preventiva en la que se encuentran varios compañeros catalanes por haber participado en los piquetes de la huelga general del 29 de marzo.

Ante esta situación, la Unión de Juventudes Comunistas de España declara:
    Nuestra solidaridad activa e incansable con el camarada Juan Antonio Aguilar, por la cual nos comprometemos a apoyarle en todo el proceso judicial desde la movilización y el apoyo social y político.
    Denunciamos la persecución política a la que se está sometiendo a nuestro camarada por parte de la subdelegación del gobierno, la cual se enmarca en un proceso de represión y criminalizacón de la protesta social por parte del gobierno del Partido Popular.
    Condenamos la actuación del subdelegado del gobieno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, por su papel activo en la criminalización del movimiento ciudadano y político mediante la interposición de denuncias falsas como la aquí expuesta.
    Anunciamos que de ninguna forma podrán amedrentarnos en nuestra lucha por los derechos de la juventud y de la clase trabajadora, y que participaremos e impulsaremos todo tipo de movilizaciones en contra de la escalada represiva iniciada por el gobierno del Partido Popular.

martes, 24 de abril de 2012

Manifiesto de la UJCE para el Primero de Mayo

En este Primero de Mayo, después de más de cuatro años desde que estalló la crisis del sistema capitalista, la juventud trabajadora debemos traer una vez más a la memoria la lucha de todos aquellos que no se resignaron, que plantaron cara a la pauperización de sus condiciones laborales, siendo la labor de continuar su lucha una obligación para todos nosotros y nosotras.

En medio de una ola de recortes sin precedentes, el ejemplo de los Mártires de Chicago debe servirnos para hacer frente a estas medidas destinadas a sumir a la clase obrera en unas condiciones de vida y laborales cada vez más pobres. Mientras que la oligarquía sigue llenándose los bolsillos, con el apoyo de un Estado y un Gobierno fieles a sus intereses, a los jóvenes nos hunden en el pozo de la precariedad, del paro y de la emigración.

En crisis de este tipo se descubre la verdadera naturaleza del Estado capitalista, que no es más que una herramienta en manos de unos pocos empresarios para someter a la mayoría de la población. Las y los jóvenes comunistas ya hemos visto claro que la única manera de que nuestra voz sea escuchada y de ser forjadores de nuestro propio destino es con la construcción de un sistema alternativo, un sistema donde la gestión de los recursos y la organización del trabajo corra de nuestra cuenta, de la del conjunto de la clase obrera.
El primer paso para la construcción de un modelo socialista, es con la conformación de un bloque unitario de todos aquellos que estamos sufriendo la crisis en nuestras carnes, porque sin unidad no se puede alcanzar la victoria. La Huelga General del 29 de Marzo sirvió para avanzar hacia esto, además de ser una escuela práctica de lo que supone la lucha de la clase obrera organizada.

Esa Reforma Laboral que combatimos el 29 de Marzo, no se puede frenar en una sola batalla. Por eso entendemos que es una necesidad apremiante el seguir combatiéndola con todas nuestras fuerzas; no podemos resignarnos y dejar que se sigan imponiendo las órdenes de una patronal ansiosa de aumentar sus beneficios empresariales extrayéndonos más plusvalía y exprimiéndonos cada vez más. Una Reforma Laboral que abarata el despido, profundiza la precariedad, da más poder a los empresarios y a las ETT’s y trata de desregularizar el mercado de trabajo y reducir la capacidad de intervención de los sindicatos en la empresas es un atentado en toda regla al conjunto de la clase trabajadora y su juventud.

A esta Reforma Laboral impuesta por el Gobierno y alentada por los empresarios y las instituciones europeas, hay que sumar otras medidas que pretenden acabar con lo conquistado por la clase obrera durante décadas de lucha. Quieren acabar con la Sanidad y la Educación Pública, además de recortar en otros gastos sociales; les bajan los impuestos a los grandes empresarios y se perdona a los que defraudan a Hacienda; se sigue manteniendo a una Casa Real corrupta y en decadencia…

Todo esto es insultante cuando nos estamos acercando a los 6 millones de personas paradas, y se siguen sin plantear estrategias serias de creación de empleo que vayan más allá de rescatar a la economía especulativa e intentar volver al crecimiento ficticio, o favoreciendo la creación de una economía que vuelva a girar en torno a la construcción y al fomento de la del juego o el turismo. La lacra del paro no se va a solucionar intentando volver al “floreciente” año 2002, sino aplicando medidas que favorezcan la creación de un tejido productivo fuerte y sostenible, invirtiendo en industria de alto valor añadido y nacionalizando las empresas con alta importancia estratégica para los intereses del conjunto de la sociedad.

Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España entendemos este Primero de Mayo como una nueva oportunidad para hacer frente a todos estos recortes, y creemos que es una jornada de vital importancia para avanzar en la creación de un bloque social que haga frente a las ofensivas del capital hacia la juventud trabajadora, tanto hacia aquellos que están en paro, como hacia aquellos que trabajan o estudian. Debemos luchar por nuestro futuro, y el primer paso es paralizar los recortes para después pasar a la ofensiva.

martes, 10 de abril de 2012

La era de la salud pública nació en la URSS

El concepto y, sobre todo, la práctica de la salud pública no han existido siempre sino que son una conquista de la Revolución de Octubre. Algo tan sencillo como esa práctica cotidiana y actual que consiste en acudir a un centro médico para cuidar nuestras enfermedades gratuitamente se la debemos al esfuerzo de los bolcheviques. La atención médica ha existido siempre... para unos pocos privilegiados; la atención a los obreros, los campesinos y la población, en general, sólo existen desde 1917 y sólo existirá en el futuro si somos capaces de defenderla al menos con tanta energía como pusieron otros en conseguirla.

La primera red sanitaria general de la historia fue obra de Nikolai A. Semashko, fundador del partido bolchevique y primer comisario (ministro) de Sanidad desde 1918 hasta 1930. En su libro sobre la “Protección de la salud en la URSS”, publicado en 1934, Semashko estableció tres principios básicos que debía reunir el servicio soviético de salud: unidad en la organización, participación de la población en la totalidad del trabajo de protección de salud y medidas profilácticas, es decir, la prevención.

La sanidad soviética, por tanto, no era un servicio especialmente destinado a los obreros y campesinos sino una tarea en cuya planificación participaban activamente los sindicatos obreros, las cooperativas agrarias, los soviets y la población en general, es decir, millones de personas que atendían y eran atendidos por la red sanitaria más grande que nunca se había puesto en funcionamiento, alcanzado a cada uno de los rincones de la extensa URSS, incluidos los más alejados y remotos.
La implantación del modelo de medicina soviética en el mundo capitalista fue obra del suizo Henry E. Sigerist que, entre otros, impartió cursos en el Instituto de Historia de la Medicina de la Universidad John Hopkins de Estados Unidos. Sigerist viajó varias veces a la URSS y estudió meticulosamente su sistema sanitario, del que se convirtió en su divulgador más entusiasta: “Los estudios que he hecho durante tres veranos en la URSS -escribió- fueron quizás los más inspiradores de toda mi carrera. Admito francamente que estoy impresionado por todo lo que vi, por el esfuerzo honesto de una nación entera para darle atención médica a todo el pueblo”. El médico suizo siempre reconoció honestamente las aportaciones pioneras de la revolución socialista a la medicina mundial, que describió en su libro “Socialized Medicine in the Soviet Union” publicado en Nueva York en 1937.

Durante la I Guerra Mundial Sigerist fue movilizado como médico del ejército francés, lo que le permitió comprender el carácter imperialista de aquella terrible masacre y, a la vez, valorar la trascendencia histórica de la revolución de 1917: “Un nuevo orden político, económico y social ha nacido de allí y ha modificado muy profundamente las formas de la atención médica [...] Puesto que la salud es un bien al que todos tienen derecho el servicio médico es gratuito [...] La medicina preventiva tiene prioridad decisiva [...] El servicio médico se lleva a la población cada vez más por centros médicos, dispensarios, policlínicos [...] La cultura física se ha hecho popular [...] Lo que está sucediendo allá es el inicio de un nuevo período de la historia de la medicina”.

Médico e historiador de la medicina, Sigerist se convirtió en un socialista convencido. Sin llegar a ser nunca un marxista militante, gracias al estudio de la medicina se apercibió de que el socialismo era una forma superior de vida para la humanidad. Para el médico suizo el sistema sanitario soviético no sólo era un modelo válido de atención sanitaria que había que llevar al mundo entero; era algo mucho más importante que eso: la sanidad soviética culminaba una larga evolución histórica de los servicios de salud.

En 1938 escribió el artículo “Medicina socializada” para la “Yale Review” donde decía que “el pueblo tiene derecho a la atención médica y la sociedad tiene la responsabilidad de cuidar a sus miembros [...] Cada ciudadano debe tener una asistencia médica gratuita, los médicos, como los demás trabajadores de la salud, deben recibir un salario”. La salud no es sólo un problema técnico de asistencia al enfermo sino que se promueve activamente proporcionando condiciones de vida decentes, buenas condiciones de trabajo, educación, cultura física y formas de esparcimiento y descanso.

En 1943 en su libro “Civilization and desease” (Civilización y enfermedad) escribió que el mundo se disponía a dar el paso “de la sociedad de competencia a la sociedad de cooperación; irá hacia el socialismo”. La obra incorpora importantes tesis del materialismo histórico sobre la enfermedad en dos capítulos en los que analiza los determinantes materiales y económicos de la enfermedad. El libro le convirtió en un referente para los estudiantes y jóvenes médicos progresistas de todo el mundo. El 30 de enero de 1939 la revista “Time” ya había publicado su retrato en portada, calificándole como el historiador de la medicina más importante del mundo.

A través de Sigerist la influencia de la medicina soviética alcanzó a Estados Unidos. Con la ayuda de conocidos investigadores, el médico suizo creó la “American Soviet Medical Society”, que presidió Walter B. Cannon, amigo de Pavlov y profesor emérito de Fisiología de la Universidad de Harvard. La asociación editó la revista “The American Review of Soviet Medicine”. La promoción de la comprensión entre los pueblos era su modo de ayudar al intercambio cultural y científico.

Sin embargo, durante la caza de brujas de la posguerra fue ferozmente atacado por la Asociación Médica Norteamericana y el círculo más reaccionario de estudiantes de medicina de la Universidad Johns Hopkins. Fue purgado por la Comisión del Servicio Civil Gubernamental, lo que le impidió ocupar cargos públicos en lo sucesivo. Entonces decidió regresar a Suiza, donde comenzó a redactar su obra cumbre “Historia de la Medicina”, de la cual llegó a publicar el primer volumen.

Por influencia de la Revolución de Octubre y de Sigerist, en Inglaterra también apareció un movimiento en favor de la nueva medicina social y en 1930 Major Greenwood fundó la Asociación Médica Socialista que influyó decisivamente en el programa sanitario del partido laborista. Posteriormente con la ampliación del campo socialista en 1945 y la llegada del partido laborista al gobierno, los obreros británicos pudieron disfrutar de una red pública de atención sanitaria como la que ya disfrutaba la URSS desde hacía décadas.

Desde Suiza, Sigerist hizo varios viajes a Londres que culminaron en las Conferencias de Health-Clark en 1952, pronunciadas en la Escuela Londinense de Higiene y Medicina Tropical. Hasta su muerte en 1957 la ingente obra de Sigerist, que llena las bibliotecas de las facultades de medicina, inspiró la creación del nuevo sistema público de salud británico y otros parecidos en el mundo entero.

El remate de este proceso que se inició en la URSS también acabó en la URSS, en 1978, en Alma-Ata, durante la asamblea de la Organización Mundial de la Salud, cuando el bloque de países socialistas logró aprobar una resolución en la que, por primera vez, se definía a la medicina como un servicio público, con un único voto en contra: el de Estados Unidos. En medicina este principio se conoce como la Declaración de Alma-Ata y dice lo siguiente: “El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención en salud”.

Hoy en cada dispensario médico, hospital o clínica pública del mundo siguen latiendo -inmortales- los principios de la Revolución de Octubre y su éxito al llevar a toda la humanidad algo tan preciado como es la salud.

Autor: Juan Manuel Olarieta
Fuente: Pravda

viernes, 6 de abril de 2012

Sobre las "izquierdas"

En estos tiempos se utiliza y se va a utilizar mucho el término "izquierdas". Se va a hablar del diálogo entre las fuerzas de la izquierda, de la creación de una coalición de izquierdas, de un bloque de izquierdas que frene a la derecha, de los partidos de la izquierda, de los votantes de la izquierda, etc.
Este término tan ambiguo, tan abstracto, tan a merced de la retórica de los oportunistas más infames y los voceros progres del régimen, es un arma en manos de la oligarquía político-mediática para rebajar la calidad científica de los debates políticos, para que las trabajadoras nos perdamos en una maraña de abstracciones filosóficas y de vulgares maniobras de tetris, encajando colores y formas que se dibujan en nuestra cabeza pero que andan lejos de la realidad.

Ante estas viles maniobras para salvar el culo a los que llevan la careta "gafapasta" del sistema, a esa "izquierda de coderas y camisa de cuadros", a esa izquierda de la guerra de Libia, de la reforma laboral y del pensionazo, a ese otro sector de la izquierda que sueña con jugar a la política de los grandes arrancando cuatro concesiones y cediendo todo lo demás. A toda esa morralla, los comunistas debemos oponer un término mucho más científico y que funcione como una auténtica herramienta de análisis material de todas las acciones de todos los grupos políticos, debemos oponer la terminología "de clase".

Debemos exigir, al partido que sea, se denomine de izquierdas, de derechas o de su puto padre, que haga una política de clase, que ni una sola concesión a la banca y al mercado, que Andalucía solo puede poner sus esperanzas en un gobierno que legisle única y exclusivamente a favor de la clase trabajadora.
Si los comunistas entramos en las instituciones es para dinamitar el capitalismo y bloquear sus lógicas, no para tunearlo, mejorarlo o humanizarlo. Si no podemos cumplir con nuestras tareas en las instituciones de gobiernos, lo hacemos desde la oposición parlamentaria y fundamentalmente desde la oposición real en las calles.

Manuel de Elías es secretario político de la Juventud Comunista en Sevilla

jueves, 5 de abril de 2012

Dimitris Christoulas, jubilado de 77 años, se suicida en Atenas y deja una tremenda nota

                                                                                                                                                                                                                                                    16a79e6e5907863bf9dd563998295a61 XL Dimitris Christoulas, jubilado de 77 años, se suicida en Atenas y deja una tremenda notaSegun la prensa capitalista griega: La desesperación ha llevado hoy a un jubilado de 77 años a suicidarse frenta al Parlamento griego, en Atenas, tras afirmar que se negaba a buscar comida entre la basura. Solo unas horas después de su muerte, la gente ha colocado velas, flores y mensajes manuscritos contra la crsisis en la céntrica plaza de Sintagma, donde el hombre se quitó la vida con una pistola.
Varios testigos han contado que el hombre se disparó en la cabeza después de gritar: “¡Tengo deudas, no puedo soportarlo más!”. Un transeúnte ha declarado a la televisión griega que el pensionista dijo: “No quiero dejar mis deudas a mis hijos”.

LA NOTA DECIA:
“El Gobierno de ocupación de Tsolakoglou [gobierno colaboracionista nazi durante la segunda guerra mundial] ha reducido a la nada, literalmente, mi capacidad de supervivencia que dependía de una respetable pensión que, durante más de 35 años, yo solo (sin contribución del estado) he pagado. Dado que tengo una edad con la que ya no tengo el poder de resistir activamente (aunque, por supuesto, no descarto que, si cualquier griego hubiese empuñado un kalashnikov, yo habría sido el segundo en hacerlo) no encuentro otra solución para un final digno antes de que esté reducido a buscar en la basura para alimentarme. Creo que los jóvenes sin futuro tomarán las armas algún día y colgarán a los traidores nacionales en la Plaza de la Constitución [Plaza Syntagma], igual que los italianos colgaron a Mussolini (en la Piazza Poreto de Milán)”.
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